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El excéntrico director Tim Burton recupera el fantástico mundo creado por Lewis Carroll en su famosa obra Alicia en el país de las maravillas, con una película llena de novedades estéticas que se ha estrenado este fin de semana y que espero poder disfrutar dentro de poco.
El libro de Lewis Carroll, pseudónimo de Charles Lutwidge Dogson, matemático y sacerdote anglicano, publicado en 1865, recoge las disparatadas aventuras relatadas por él mismo a unas niñas, las tres hermanas Liddell (Lorina, Alice y Edith). Y presenta, además, multitud de guiños matemáticos y alusiones críticas a las sociedad victoriana de la época. Todo esto hace que Alicia en el país de las maravillas no sólo sea un cuento infantil.
Se pueden encontrar en el texto referencias al álgebra, a la teoría de números, a la lógica y al razonamiento deductivo, a las propiedades reflexiva y simétrica de una relación, a los máximo s y mínimos de una función, a los sistemas de numeración, a las propiedades de la circunferencia sobre rectas... y muchas otras más. Algunas de las interpretaciones matemáticas más interesantes afirman que todas estas ideas fueron añadidas con el objetivo de satirizar los avances matemáticos que a mediados del siglo XIX se estaban produciendo. Según parece, Carroll tenía una visión tradicional de las matemáticas y las teorías revolucionarias que se comenzaron a desarrollar en ese momento, como la geometría no-euclidiana y el álgebra simbolica, no convencían al escritor.
Dejando las matemáticas a un lado, es evidente que sin la sátira feroz que caracteriza al autor, Alicia en el país de las maravillas nunca se habría hecho tan famosa, y Lewis Carroll no sería recordado como el maestro incomparable de la ficción sin sentido.
27 de Marzo de 2010, 20:30h hora local, comenzando en Nueva Zelanda y recorriendo la Tierra hasta llegar a Hawaii 24 horas después, millones de personas apagaron las luces durante una hora, la Hora del Planeta. Los edificios más emblemáticos del mundo también se oscurecieron durante este tiempo dejando imágenes tan insólitas como estas:
La ciudad prohibida, Beijing, China
Esfinge y Pirámides, El Cairo, Egipto
Distrito financiero, Toronto, Canadá
Esta idea no debería quedarse en una hora un día al año, sino servir para concienciar, quizá, no tanto sobre el cambio climático, sino sobre la necesidad y la posibilidad real de ahorro energético que se puede conseguir cada hora de cada día del año, empezando con pequeños gestos individuales y terminando por acciones de mayor nivel impulsadas por los gobiernos de cada país
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La primera luna llena de primavera señala en el calendario la Semana de Pasión. Pasión por las escapadas, por el tráfico en las carreteras, por la llegada del buen tiempo, por descansar de la rutina diaria...
Pasión por la cultura y las tradiciones de los pueblos calatravos, esos pequeños pueblos manchegos que hace algunos siglos estuvieron bajo la protección de la Orden de Calatrava. Tradiciones que se convierten en atractiva ruta turística donde, sin duda, lo único que cabe es disfrutar.
Disfrutar de su popular y delicionsa gastronomía. En estos días no pueden faltar a la mesa el potaje de garbanzos con pellas, el mojete de espárragos y las masillas, ni tampoco dulces rosquillos, flores y barquillos artesanos, como los que preparaban las abuelas.
Disfrutar de sus procesiones. Armaos vestidos con trajes de hojalata y ropajes bordados, y nazarenos con largas túnicas y capirotes puntiagudos al ritmo de tambores y cornetas recorriendo las calles de los pueblos.
Disfrutar de la naturaleza. Pasear por sus caminos arcillosos, entre campos de cereales, olivares y viñedos, recoger espárragos, si se tiene suficiente habilidad para encontrarlos, y observar el paisaje a vista de pájaro desde los cerros.
